El éxito de una organización, ya no es tanto el de la sabiduría o talento de quienes la dirigen, como el de la iniciativa, la creatividad, las habilidades, talento e ilusión de todos los que la componen. 

El punto de partida del éxito depende de la creatividad, que precisa de ilusión. Por ende, fomentar la ilusión, e incentivarla, es fomentar el éxito.

La creatividad permite aprovechar las posibilidades que la realidad ofrece para crear un escenario que abra nuevas oportunidades. 

La creatividad es consustancial al ser humano y su desarrollo requiere voluntad, compromiso y pasión. Y eso es algo que no se aprende en los masters. Se trata, sencillamente, de actitud.

Para ser creativo se precisa: confianza o convicción, pasión e ilusión; y también: esfuerzo, compromiso y estímulo.

Las ideas las tenemos; las creencias, las vivimos. Eso decía Ortega. Es decir, la confianza y la fe junto al compromiso y el esfuerzo, son lo que implementan las ideas para transformarlas en realidad.

Condiciones previas de la creatividad:

• Predisposición: es decir, estado de ánimo y actitud adecuados. Por tanto, fortaleza emocional y fortaleza mental.

• Fortaleza emocional: emociones sanas y positivas. Es la emoción la que nos lleva a la acción. Y hay que poner el pensamiento al servicio de la emoción. 

• Fortaleza mental: inteligencia significa “mirar hacia adentro”, es decir, reflexión.

Eliminar los condicionamientos, que son falsas creencias, y focalizar la atención en lo que está bien y en lo que puede estar bien o mejorar. 

• Recordar que el talento es lo que hace que la inteligencia se convierta en solución.

• Nutrir la inteligencia social: buscar la cooperación, el trabajo en equipo para multiplicar esfuerzos y obtener la excelencia a través del mutuo beneficio y el crecimiento generalizado. 

Preparación, oportunidad y coraje:

La buena suerte se produce cuando la preparación se encuentra con la oportunidad. (Séneca)

Contar con las sinergias del sistema reticular activador ascendente: esa característica del funcionamiento de nuestra mente que focaliza la atención de forma selectiva hacia aquello que nos interesa en un determinado momento. Hacia esa idea en la que estamos trabajando. Hacia conceptos que se relacionan, a veces inopinadamente, justo con aquello que encaja en nuestro proyecto o idea en proceso de desarrollo. Es decir, confiar en nuestra mente, en algunas de nuestras capacidades inconscientes, en una mente preparada que trabaja sola. 

Recordar que los logros que cada uno de nosotros hemos obtenido en nuestra vida, se han dado justamente cuando hemos orientado nuestro coraje en la dirección de nuestra ambición. Justamente cuando no hemos conseguido algo, muy habitualmente es porque nos ha faltado pasión, compromiso, determinación o autoconfianza.

Construir el presente:

No hay que construir el futuro desde el pasado sino que hay que construir el presente desde el futuro. 

Lo imaginado es la guía que debemos seguir para orientar nuestros pasos en el presente. El pasado no tiene por qué definir nuestro futuro. En este sentido, es bueno recordar a Thomas Alba Edison y su proverbial persistencia hasta llegar a su objetivo. El genio es 1% inspiración y 99% transpiración. Su legado nos enseñó el valor del trabajo duro, pero también es necesario dejar espacio a la imaginación, a la libre creación de nuestra mente. Porque de esa libertad, del abandono a la confianza en nuestra imaginación, surge la inteligencia y la creatividad en potencia. Potencial significa potencia en acción. 

Determinación, paciencia y persistencia, son valores fundamentales para dar sentido a la creatividad. La creatividad es la capacidad de imaginar, dar forma a lo imaginado en formato de idea, e ir concretando acciones para desarrollar esa idea en un proyecto, hasta obtener un resultado. 

Las palabras se convierten en nuestros pensamientos, nuestros pensamientos en nuestras acciones, nuestras acciones en nuestros hábitos; nuestros hábitos en nuestro carácter y nuestro carácter en nuestro destino.

Vivimos para cumplir objetivos, y cumplir objetivos, da sentido a nuestras vidas. Por supuesto, no todos nuestros objetivos consisten en resultados materiales o tangibles, ni todos están conectados con nuestra actividad profesional o modo de ganarnos la vida. Sin embargo, sí es cierto, que vivir con un objetivo, o varios, dota una vida de sentido. Vivir sin objetivos, sin metas, sin ilusiones, es vivir una vida sin sentido ni valor. 

¿Te gustaría poder comentar algunas de estas cuestiones para descubrir realmente cuál es tu objetivo, si estás focalizado, si verdaderamente te gusta lo que haces, o cómo lo haces? Si es así, puedes ponerte en contacto conmigo vía e-mail mmartinez@mmrelate.com o vía teléfono +34 699 06 80 26.

Trabajar con el objetivo de mejorar la vida de los demás:

La actitud que favorece la ilusión que, a su vez, fomenta la creatividad, supone aplicar y disponer de inteligencia emocional así como de inteligencia social.

Se trata de poner en marcha tantas fuerzas creadoras como sea posible, todas a la vez, coordinadas y cooperadas. Poner en órbita todos los saberes, habilidades, aprendizajes, la inteligencia creativa al servicio de la inteligencia práctica y operativa.

En un mundo de complejidad e incertidumbre, son los valores los que proporcionan sentido. Los valores son los que proporcionan guía y referencia en nuestras vidas. 

Combinando talentos y aptitudes es como creamos valor. Y creamos valor cuando el resultado trasciende nuestro propio interés y proporciona valor, servicio, bienestar o mejora de condiciones para todos. 

Lo que beneficia a unos, tarde o temprano, acabará aportando valor a todos. Todos somos interdependientes.

De la conducta de cada uno depende el destino de todos. (Alejandro Magno)